Los orígenes de Fuencaliente, como asentamiento humano, se remontan a tiempos muy antiguos, pero es en la época romana cuando este pequeño enclave adquiere una relevancia notable. Varios hallazgos arqueológicos sugieren que los romanos habitaron Fuencaliente con una doble motivación: el aprovechamiento de los recursos naturales, especialmente los minerales, y el uso de sus aguas termales. A continuación, detallamos las razones clave por las cuales los romanos decidieron establecerse en estas tierras y cómo aprovecharon sus recursos.
1. Explotación de Recursos Minerales: La Galena Argentífera
Uno de los principales intereses de los romanos en la región de Sierra Morena, donde se encuentra Fuencaliente, era la explotación de minerales, especialmente de galena argentífera, un mineral del que se extraía plomo y plata. El Imperio Romano necesitaba grandes cantidades de estos metales para múltiples usos, desde la fabricación de monedas hasta la producción de utensilios y el uso en infraestructuras.
Importancia de la Minería en Fuencaliente
En Fuencaliente, se han identificado varios poblados mineros que habrían sido utilizados por los romanos para la extracción y procesamiento de minerales. Entre ellos destacan:
- Valderrepisa: Este yacimiento, localizado en el puerto que lleva su nombre, es uno de los más importantes de la zona. Descubierto en 1982 y excavado en varias ocasiones, los arqueólogos han hallado restos de fundiciones, así como vestigios de un poblado que servía para albergar a los trabajadores.
- La Dehesa: Otro asentamiento romano importante, conocido por sus grandes cantidades de escorias metálicas, evidencia que fue un centro de procesamiento de minerales. En este lugar también se han encontrado inscripciones latinas y griegas, lo que sugiere la presencia de una comunidad romana estable y estructurada.
La metalurgia en estos asentamientos implicaba la extracción y fundición del mineral para obtener los metales preciosos. Se han documentado hornos de fundición, restos de escorias y cerámicas utilizadas en estos procesos. La cercanía de fuentes de agua, como el Arroyo del Puerto y la Fuente del Almirez, era clave para mantener la actividad metalúrgica, ya que se necesitaban grandes cantidades de agua y madera para alimentar los hornos.
2. Aguas Termales de Fuencaliente: Un Manantial de Propiedades Curativas
Además de la explotación minera, los romanos habrían conocido y aprovechado las aguas termales que abundan en Fuencaliente. Los romanos tenían una cultura profundamente ligada al uso de aguas termales, y consideraban que estas poseían propiedades curativas y medicinales. El manantial que alimenta el actual Balneario de Fuencaliente, situado bajo la iglesia parroquial, ya era conocido en tiempos romanos.
Es probable que los romanos levantaran algún tipo de edificación o termas para el aprovechamiento de estas aguas, conocidas por ser ferruginosas y poseer propiedades medicinales. El uso de estas aguas habría sido un incentivo adicional para establecerse en la zona, combinando el beneficio de los recursos minerales con los efectos saludables de las aguas termales.
El “Opus Spicatum” y los Hallazgos Arqueológicos
Durante la remodelación del balneario y de varias casas en los alrededores, se descubrieron pequeños ladrillos y restos de edificaciones antiguas, que podrían corresponder a construcciones romanas. Estos ladrillos, similares a los que los romanos usaban en sus pavimentos, podrían haber formado parte de un opus spicatum, una técnica de pavimentación común en esa época.
3. Conexiones Comerciales y Estratégicas
Fuencaliente estaba situada en un lugar estratégico que facilitaba las comunicaciones entre la Meseta Sur y Andalucía. Esto, unido a la riqueza en recursos naturales de la región, hizo de esta área un punto de interés para los romanos. La cercanía a importantes vías de comunicación les permitía transportar los lingotes de plomo y plata extraídos en la zona hacia otras partes del Imperio, incluidas ciudades tan lejanas como Roma.
La presencia de monedas de diferentes cecas, como Roma, Obulco o Castulo, halladas en Valderrepisa, sugiere que no solo los esclavos trabajaban en las minas, sino que también había hombres libres asalariados y comerciantes que se desplazaban por la zona. Estos intercambios indican un flujo continuo de mercancías y personas, con el poblado de Valderrepisa como uno de los núcleos de la red económica romana en la región.
4. Cultura y Sociedad en los Asentamientos Romanos
Aunque sabemos relativamente poco sobre la vida cotidiana de los habitantes romanos en Fuencaliente, algunos hallazgos permiten vislumbrar aspectos de la sociedad que vivía en los poblados mineros:
- Inscripciones: En La Dehesa se han encontrado inscripciones que mencionan a un liberto y a divinidades griegas, lo que sugiere que en la zona vivían personas de diferente origen y estatus social. Las inscripciones en griego, dedicadas a dioses como Artemisa y Deméter, son una rareza y reflejan la diversidad cultural del Imperio Romano.
- Monumentos funerarios: En el mismo lugar se descubrió un monumento funerario dedicado a un joven liberto llamado Clásico, lo que indica que algunos de los habitantes de estos asentamientos tenían los medios económicos suficientes para encargar construcciones de esta naturaleza.
5. Abandono y Legado de los Asentamientos Romanos
Aunque los romanos permanecieron en la región durante varios siglos, el poblado de Valderrepisa fue abandonado hacia el primer cuarto o mediados del siglo I a.C. A diferencia de otros asentamientos que fueron destruidos por guerras o invasiones, Valderrepisa parece haber sido abandonado de forma pacífica, probablemente debido al agotamiento de los recursos mineros.
A pesar de su abandono, el legado romano en Fuencaliente sigue presente en los restos arqueológicos que se han encontrado y en el uso continuo de los recursos naturales de la zona, como las aguas termales, que hoy en día siguen siendo aprovechadas en el balneario.
Conclusión
La presencia romana en Fuencaliente fue principalmente motivada por dos factores: la explotación de los recursos minerales, especialmente la galena argentífera, y el uso de las aguas termales con fines medicinales. La combinación de estos dos elementos hizo que los romanos consideraran esta región de la Sierra Morena como un lugar estratégico tanto para la economía como para la salud. Aunque los asentamientos fueron finalmente abandonados, su legado sigue presente en los restos arqueológicos y en la influencia que dejaron en el paisaje y la historia de Fuencaliente.